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Vence la batalla en tu mente

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Efesios 6:10-11 (NVI)
Weekend In My Mind

Por Meghan Mellinger

¿Alguna vez has jugado “dos verdades y una mentira”? Cada jugador dice tres afirmaciones sobre sí mismo, dos que son verdaderas y una que no lo es, y luego todos los demás adivinan cuál afirmación es la falsa.

A lo largo de los años, me he dado cuenta de que las personas que son realmente buenas en este juego son las que hacen que sus mentiras sean simples, no exageradas. La mentira “me gané la lotería el año pasado” es obvia; el tipo de mentiras que parecen normales, cotidianas, son las que nadie cuestiona.

Lo mismo ocurre con nuestro diálogo interno. Nuestras mentes son un campo de batalla de afirmaciones y mentiras. Pero es difícil discernir qué es verdad y qué no.


Cada pensamiento es un juego de verdades contra mentiras. Porque si eres una seguidora de Jesús, tienes la Verdad máxima. Y eso te hace peligrosa para el enemigo, que es el “padre de la mentira” (Juan 8:44, NVI).
Pero anímate: si crees en Jesús, el diablo no puede tocar tu eternidad (Efesios 1:13-14), aunque tratará de hacerte ineficaz en la tierra.

Y una forma en que trata de hacerlo es a través de las mentiras cotidianas, “normales” que surgen en nuestras mentes:

  • No soy lo suficientemente… [completar el espacio en blanco].
  • Soy la única que se siente así.
  • No creo que Dios quiera decir lo que dice de mí.

La buena noticia es que no es necesario ser cinturón negro en kárate para contraatacar.

Primer paso: Haz un inventario
¿Qué decisiones has tomado recientemente, o sobre qué estás sopesando los pros y los contras? Cuanto mayor sea el impacto de tus decisiones, mayor será la batalla que libra Satanás para tratar de evitar que sigas la voluntad de Dios.
¿Qué buena influencia podría estar tratando de impedir el maligno que tengas?

Segundo paso: Sácalo a la luz
No creo que sea una coincidencia que fue la luz lo primero que Dios creó cuando hizo nuestro mundo (Génesis 1:3). El diablo puede deleitarse en la oscuridad, pero la luz siempre la vence (Juan 1:5).
Sacar a la luz tus pensamientos oscuros puede significar muchas cosas, incluyendo la liberación de tus pensamientos a través de la oración, escribir en un diario o dialogar con una amiga o consejera de confianza.

En la oscuridad, te sientes sola, y el miedo, la preocupación y la desesperanza se multiplican más rápido que las hormigas en mi cocina después de encontrar mis dulces. Pero en la luz, tienes compañía, apoyo y libertad.

Tercer paso: Discierne las mentiras de la verdad

Con tus pensamientos revelados, ¿cómo puedes diferenciar entre algo verdadero y algo falso?
El Espíritu Santo nos convence cuando tomamos decisiones pecaminosas para que podamos arrepentirnos, pero el diablo nos avergüenza para que nos escondamos en lugar de sanar.

Las mentiras de Satanás sabotearán, desalentarán y destruirán, pero la Verdad de Dios nos empoderará, o nos convencerá de nuestra verdadera identidad y afirmará el carácter de Dios.

Por ejemplo:

MENTIRA: mi quebranto y mis imperfecciones están más allá de la reparación o la esperanza.
VERDAD: el amor y el sacrificio de Jesús cubren mis quebrantos e imperfecciones.

Si creemos en Jesús, ya no hay condenación para nosotras, solo redención (Romanos 8:1).

Cuarto paso: combate las mentiras con la verdad

Por cada mentira que cruza por tu mente, puedes cubrirla con las Escrituras y dejarla sin sentido. Permite que Jesús, no el maligno, sea victorioso en ese pensamiento.

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo (Efesios 6:10-11).

Y recuerda siempre: Dios está contigo. El Espíritu de Dios vive dentro de ti si has puesto tu fe en Jesús. Él está a favor de ti. Él te está protegiendo, dándote poder y ayudándote a ser victoriosa en la batalla de tu mente.

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