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Aferrarse a la verdad en tiempos difíciles

Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado. Filipenses 3:16 (NBLA)
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By, Jasmine Williams

Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado. Filipenses 3:16 (NBLA)

Siempre he tenido debilidad para dormir hasta más tarde los fines de semana. El problema es que entre más duermo, más me cuesta hacer todas las cosas que me son importantes. Sé que despertarme más temprano los sábados por la mañana, me daría más tiempo para abordar las ideas y proyectos que dan vueltas en mi mente.

Aun así, justo en esos momentos, cuando la alarma suena, ¡toda la lógica se va volando por la ventana!
Sí, sé qué saltar de la cama sin presionar el botón del despertador para que se repita una y otra vez me ayudaría a lograr más cosas durante el día. Pero esa verdad se pierde en algún lugar de los rincones de mi mente cuando mi cama se siente extra cálida y cómoda después de una semana ajetreada.

Es muy parecido a la vida cotidiana, ¿sabes? Siempre hay una línea fina entre saber la verdad y aferrarse a ella cuando más la necesitamos. Dormir un poco más es solo un pequeño ejemplo, pero todas tenemos esos momentos difíciles en los que es complicado vivir de acuerdo con la verdad que conocemos.


Cuando Pablo le dijo a los Filipenses, “continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado” (Filipenses 3:16), sabía que habría momentos cuando aferrarse a la Verdad de Dios sería la única manera de seguir poniendo en práctica su fe.


Cuando las circunstancias de la vida no se alinean con el gozo que encontramos en Cristo, puede ser fácil olvidar cuán bueno es Dios. Esos momentos desafiantes pueden despertar en nosotras una reacción de lucha o huida que nos hace sentir solas e invisibles, como si no tuviéramos nada en lo que confiar más que en nosotras mismas. Todas las verdades de Dios, incluso si creemos que son correctas, de alguna manera parecen tan lejanas.

Como los Filipenses, nosotras, también, necesitamos recordar, aferrarnos a lo que sabemos que es verdadero acerca de Dios: Él es bueno (Salmo 31:19). Él es fiel y digno de confianza (Salmo 57:10). Él nos ama sin medida (Juan 3:16).

Dios sabe que cuando estás batallando con una enfermedad, se necesita fe para declarar que Él es sanador. Cuando tienes seres queridos que luchan contra una adicción, se requiere perseverancia para creer que Él libera a los cautivos. Aun así, Dios usa Su Palabra para recordarnos que debemos aferrarnos a la Verdad, incluso cuando es difícil.

La visión desde nuestras circunstancias no determina Su grandeza, pero Su grandeza puede impactar la forma en que vemos nuestras circunstancias. Desde su propia experiencia como seguidor perseguido de Jesús, Pablo sabía que los filipenses enfrentarían tiempos difíciles que pondrían a prueba su fe, y es por eso que les dijo que se aferren a Cristo.

Así que hoy, amiga, quiero animarte a poner en práctica la Verdad de Dios, incluso cuando todo a tu alrededor parezca declarar lo contrario. Puede sonar como una tarea abrumadora, pero Dios está contigo. Él es un sanador, un libertador, y todo lo demás que necesitas que Él sea.

Cuando no podemos encontrar una salida y nos sentimos impotentes, la Verdad de Dios nos dice que somos más que vencedoras en Él (Romanos 8:37). Tenemos una victoria contundente en Cristo, y nada de lo que pasa en este lado de la eternidad puede detener los planes de Dios para nosotras mientras estamos aferradas a Su Verdad.

Dios, gracias por ser todo lo que necesito, incluso cuando no puedo ver cómo va a resultar. Cuando las cosas se sientan inciertas, ayúdame a recordar Tus promesas infalibles. En el Nombre de Jesús, Amén.

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