¿Qué hago con estas emociones difíciles?

«Es tal la angustia que me invade que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y vigilen». Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que, de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora. Marcos 14:34-35 (NVI)